Cuando los sabios Taoístas se cuestionaban acerca de los aspectos debilitantes del atontamiento post-eyaculatorio, ellos estaban buscando mejorar su salud preservando su energía, o sea, su esperma. La respuesta fue practicar sexo sin eyaculación, y la clave pasaba por el control.

El músculo pubococcígeo situado cerca de la próstata es el mismo que se usa para empezar o terminar de orinar. En la medida en que este músculo toma fuerzas el hombre tiene más controlsobre su momento de éxtasis.

El primer ejercicio para iniciarse en esta práctica es detener la orina en medio del proceso. Esto puede producir una pequeña punzada o un hormigueo al principio, pero luego de un tiempo esta tarea (aunque suene desagradable), se vuelve fácil de realizar. También se recomienda colgar una toalla sobre el pene erecto y hacer ejercicios subiendo y bajándola.

El próximo paso consiste en entrenar la circulación de la energía por todo el cuerpo para canalizarla en su destino obvio, la intensa energía genital. Se debe aprender a canalizar la energía con respiraciones profundas, abdominales, soportando la necesidad de eyacular y dispersando la estimulación por el cuerpo.

El sexo comienza en la mente. La mejor elección es conseguir una compañera con quien pueda tener un alto grado de confianza y pasión, de lo contrario nada de esto es útil.

Con solo ejercitar estas dos técnicas (hay muchas más) sentirá una marcada mejora en su vigor y por lo tanto en su auto-estima.
Además, puedes seguir estos consejos:

  1. Eleva tu autoestima. Es fundamental que te percibas deseado. Recuerda que la sensualidad tiene sede dentro de ti, y se irradia hacia los demás. Quiere cada parte de tu cuerpo y tu forma de ser. Busca realzar en el momento de la pasión, y en todo momento, lo que más te agrade de ti.
  2. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Deja de lado la pereza. Tu vida sexual no la necesita. Puedes practicar algún deporte para incrementar tus deseos de sentirte activo. La actividad deportiva promueve la liberación de endorfinas, sustancias que provocan la percepción de bienestar, vitalidad y alegría
  3. Cuida tus palabras durante el sexo. Un lenguaje adecuado en la cama puede elevar la temperatura “hasta provocar un incendio”. Es importante el rol que juega en el cumplimiento de fantasías. Por ello, atrévete a jugar con las palabras, los gemidos, la respiración, pudiendo generar un coctel explosivo que los embriague de pasión.
  4. No subestimes un buen beso. Los labios son muy sensibles. Esta zona posee alta cantidad de terminales nerviosas y por lo tanto es sumamente sensible. Deja volar tu imaginación, mordisquea, presiona sus labios contra los tuyos, succiona su lengua, roza su boca. Respirar sobre labios húmedos, inhalando o exhalando, puede resultar extremadamente excitante.
  5. Concéntrate en tu respiración. Respirar adecuadamente puede ser la clave para maximizar la conexión entre tu cuerpo y tu mente. Suele ocurrir que algunas personas procuran controlarla cuando se aproxima el orgasmo. Ten en cuenta que si dejas fluir tu respiración puedes multiplicar el placer durante el orgasmo.

RECUERDA:

• Un orgasmo “extraordinario”, no sólo necesita la ayuda de la pareja sino que además los dos necesitan confianza y cariño.

• Recuerda que cuanto más te concentres en la cama y más “presente” estés con tu pareja, mayor será la excitación y el placer.

Espero haberte servido de ayuda. Sinceramente, es mi intención.

Mr. Gigoló

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